dimarts, 18 d’octubre del 2011
La evolución de los acontecimientos en la llamada crisis de la deuda soberana ha puesto sobre la mesa escenarios que hasta hace poco casi nadie se atrevía a considerar. Uno de ellos, que ha ido cobrando fuerza en las últimas semanas, es la salida de Grecia del euro. Tras aplicar, a trancas y barrancas y en medio de una fortísima contestación social, sucesivos planes de ajuste en los últimos dos años para tratar de reequilibrar sus finanzas públicas, Grecia sigue en el hoyo. Y más hundida, si cabe, que cuando fue rescatada por primera vez en el ya lejano mayo del 2010.
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As subrayado todo el rato lo mismo.
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